Los chatbots o robots conversacionales son básicamente programas informáticos que permiten mantener una conversación, como el chatbot que nos podríamos encontrar en un e-commerce respondiendo dudas, asesorando.
Hay muchísima variedad de chatbots con fines distintos, hoy en día los podemos usar para casi cualquier cosa. En los últimos años, gracias a los avances en la informática y especialmente en el campo de la inteligencia artificial, se están vislumbrando unos avances que jamás habríamos imaginado.
¿Sabías que el primer chatbot se creó hace más de 50 años?
Pues sí, aunque parezca algo muy moderno y relativamente nuevo, ya han pasado más de 50 años desde que se creó el primer chatbot allá por la década de 1963 llamada Eliza.
Este apenas carecía de mucho conocimiento por sí solo ya que simplemente estaba programado para responder determinadas preguntas, pero a pesar de eso, ya fue capaz de superar el famoso test de Turing.
Seguramente ya te hayas topado con algún chatbot, y es que esta tecnología poco a poco se va aplicando a casi cualquier ámbito de nuestra vida. Casi todos le hemos pedido a Siri que nos recuerde una fecha, o hemos chateado con algún bot de alguna web institucional o de un e-commerce, por ejemplo.
Mucha gente se pregunta si los bots ocupan espacio ya que los bots no están alojados en las memorias de nuestros teléfonos o en nuestros ordenadores, sino en los servidores de la web o de los servicios de mensajería, almacenarán todos los mensajes que reciban de todos sus usuarios.
Gracias a eso los chatbots son capaces de reunir cantidades gigantes de información, gracias a la aplicación de algoritmos de machine learning entre otros. Estos asistentes serán capaces de aprender los patrones de comportamiento humano y por tanto, comunicarse simulando el comportamiento humano. Es por esto el crecimiento en la actualidad y la importante proyección de estas tecnologías.

Un ejemplo sería el de un cliente que se marcha a la competencia porque está teniendo problemas con el cumplimiento de sus pedidos. Si se retrasan constantemente o se envían pedidos incorrectos, eventualmente se cansará y encontrará rápidamente otro proveedor de producto o servicio. O durante la etapa en la que el cliente ha dado algunas excusas para no pagar su factura y ahora se ha retrasado 120 días, lo que deja a la empresa luchando por encontrar otra forma de retomar el dinero perdido.
Orientación a datos y métricas



Sin embargo, si el proceso de compra en efectivo es defectuoso, muchas de las facturas impagadas pueden depositarse en nuestra entidad bancaria en lugar de echar la culpa a sus clientes. Después de todo, no podemos esperar que los clientes paguen una factura cuando es incorrecta.
Utilizar las mismas técnicas de ventas para todo tipo de público puede llevar tu empresa al fracaso, por esa razón, es muy importante que identifiques los diferentes aspectos de tus potenciales clientes y de qué maneras debes comunicarte con ellos para alcanzarlos.