Sin duda, la digitalización de procesos sería de gran ayuda para que las entidades puedan identificar, cobrar y recuperar el dinero de cartera y las cuentas vencidas en poco tiempo.
Año tras año aumenta la deuda que tienen algunas personas y empresas con las diferentes Entidades Administrativas del Estado (Entidades coactivas y judiciales) que adjudican multas e impuestos. Hoy, la cifra asciende en el caso de impuestos y recuperar este monto se ha convertido en la prioridad de los funcionarios públicos.
Sin embrago, la problemática es aún mayor, cuando se habla que el proceso de recaudo se realiza de manera manual y puede durar meses o años, lo que implica para las entidades no contar con presupuesto para los diferentes proyectos que ejecutan en pro de los ciudadanos.
Bajo este panorama, la digitalización del proceso y el trabajo colaborativo en la nube no sólo podrían mejorar los tiempos y recuperación de cartera, también reduce los costos, minimiza los errores, facilita la información y el estado de cada proceso en tiempo real, lo que contribuye al recaudo y la recuperación de recursos en línea.
“En Colombia aún se realizan los procesos de manera manual, lo que implica que sean más largos, imprecisos y en la mayoría de los casos, sujetos a errores. Si las entidades del estado usarán las tecnologías a las que hoy tiene acceso podrían mejorarlos. Desde nuestra experiencia hemos seguido de cerca el proceso de embargos y consideramos que a través de una cámara electrónica se podrían ahorran costos, tiempos significativamente haciendo el proceso más eficiente y efectivo”, explica Santiago Aldana Sanín, presidente de iQ Outsourcing.
Por consiguiente, modernizar el sistema para que opere de manera eficaz podría ahorrar hasta un 70% de los costos (transporte de oficios, impresión, papelería, gestión de correspondencia y gestión documental física), mejora la oportunidad en la aplicación de medidas de embargo, de unos 15 días promedio a un 1 día máximo; disminuye los errores en aplicación de medidas en los sistemas bancarios, ocasionados por la transcripción de la información. Lo que se traduce en trabajar bajo un sistema que pueda ser vigilado, actualizado e integrado con todas las entidades y que facilite el acceso en tiempo real para conocer el estado de cada proceso, así como la transparencia en la gestión de las medidas de embargo.
En este sentido, la digitalización se convierte no sólo en la solución para mejorar el recaudo de impuestos y reducir trámites en el proceso de embargos, sino también en el primer paso y una herramienta efectiva para prepararse para la cuarta revolución industrial.