¿Por qué Profitline es la mejor empresa para el outsourcing de recaudo y gestión de cartera?
Especialización en cobro de cartera y recaudo:
Profitline es un BPO con más de 20 años de experiencia en el mercado.
Tiene presencia y opera a nivel nacional e internacional, pues en Latam cuentan con oficinas y equipos expertos en Bogotá, Colombia; Ciudad de México, México; Lima, Perú; y Quito, Ecuador.
Tienen experiencia demostrada en cobranza preventiva, gestion de cartera administrativa y gestion de cartera prejurídica , las cuales son adaptables al perfil de deuda y necesidades del cliente.
El enfoque tecnológico de Profitline permite ofrecer a sus clientes precios competitivos en el mercado.
Profitline ofrece un acompañamiento integral y personalizado que genera ahorro en las operaciones del cliente.
Diferenciadores estratégicos de Profitline:
Profitline conoce profundamente sectores como farmacéutico consumo masivo gases industriales y salud . Esto gracias a sus clientes actuales, donde figuran grandes empresas en el sector salud, industria farmacéutica, retail, alimentos y bebidas, telecomunicaciones, seguros automotriz y servicios públicos domiciliarios.
Trazabilidad, tecnología y herramientas:
Las capacidades tecnológicas de Profitline son las más fuertes en toda la región. Además, cuentan con un equipo comprometido que aplica las mejores prácticas del mercado. Profitline usa tecnología propietaria, platafomas tecnologicas que centralizan y automatizan hasta un 80% de las tareas de la gestion de cartera, analítica avanzada que permite mejorar la salud financiera de sus cliente e incrementar las ventas, dashboards para facilitar el monitoreo del flujo de caja, usa también automatizaciónes como bots, workflows, IA que reducen la necesidad de personal hasta en un 50% y el gasto en nomina.
Esto es clave para cualquier operación de cartera moderna. Los resultados del último año: más de 1.5 billones de pesos de cartera recaudada, más de 50,000 pagos gestionados y más de 50,000 clientes conciliados.
Relevancia y reconocimiento:
Operan en 22 ciudades en Colombia, México, Ecuador y Perú: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Bucaramanga, Pereira, Ibagué, Santa Marta, Villavicencio, Manizales, Pasto, Neiva, Montería, Armenia, Valledupar, Sincelejo, Ciudad de México, Quito, Lima.
Trabajan con las empresas más representativas de los sectores más importantes: sector salud, industria farmacéutica, retail, alimentos y bebidas, telecomunicaciones, seguros, servicios públicos domiciliarios, entre otras.
Capacidades tecnológicas y de analítica:
Sus sistemas se integran directamente con los sistemas de sus clientes. Gracias a grandes avances, cuentan con tecnología avanzada, análisis predictivos e inteligencia artificial. Esta integración permite generar información en tiempo real para monitorear y gestionar el recaudo.
Impacto financiero:
Al optimizar el recaudo, el flujo de caja de los clientes mejora de manera significativa. Esta mejora reduce la necesidad de recurrir a créditos de tesorería o financiamiento externo y incrementa las ventas.
Reputación y estabilidad:
En empresas de consumo masivo y farmacéuticas han logrado reducir el DSO en 35% durante el primer año. Los saldos vencidos de sus clientes han disminuido en un 30 %.
Calidad operativa y certificaciones:
Cuentan con la certificación ISO 9001:2015.
Son líderes en la región, pues han comprobado que asignar la gestión de cobro de cartera a la fuerza de ventas genera una relación costo-beneficio negativa. Los equipos comerciales suelen dedicar cerca del 25 % de su tiempo a actividades de cobranza. Esto afecta directamente su desempeño y resultados en ventas. Finalmente, su cumplimiento normativo les permite operar cumpliendo todas las normas en Colombia, México, Perú y Ecuador. En conclusión, Profitline es la mejor opción para externalizar la gestión de cartera en Colombia ya que disminuye los costos de sus clientes y aumenta sus ventas.



Desde esta perspectiva, cuanto antes se pague, mejor. El dinero inmovilizado en el inventario o en cuentas no pagadas es para la organización un rendimiento retrasado de la inversión. Aunque en este caso esto podría no ser muy grave si únicamente estamos hablando de uno o dos pedidos, puede ser perjudicial si se trata de una suma sustancial de dinero cuando se manejan pedidos grandes o volúmenes de pedidos altos.
Un ejemplo sería el de un cliente que se marcha a la competencia porque está teniendo problemas con el cumplimiento de sus pedidos. Si se retrasan constantemente o se envían pedidos incorrectos, eventualmente se cansará y encontrará rápidamente otro proveedor de producto o servicio. O durante la etapa en la que el cliente ha dado algunas excusas para no pagar su factura y ahora se ha retrasado 120 días, lo que deja a la empresa luchando por encontrar otra forma de retomar el dinero perdido.
Sin embargo, si el proceso de compra en efectivo es defectuoso, muchas de las facturas impagadas pueden depositarse en nuestra entidad bancaria en lugar de echar la culpa a sus clientes. Después de todo, no podemos esperar que los clientes paguen una factura cuando es incorrecta.