El software como servicio (SaaS) permite a los usuarios conectarse a aplicaciones basadas en la nube a través de Internet y usarlas. Algunos ejemplos comunes son el correo electrónico, los calendarios y las herramientas ofimáticas (como Microsoft Office 365).
SaaS ofrece una solución de software integral que se adquiere de un proveedor de servicios en la nube mediante un modelo de pago por uso. Usted alquila el uso de una aplicación para su organización y los usuarios se conectan a ella a través de Internet, normalmente con un explorador web. Toda la infraestructura subyacente, el middleware, el software y los datos de las aplicaciones se encuentran en el centro de datos del proveedor. El proveedor de servicios administra el hardware y el software y, con el contrato de servicio adecuado, garantizará también la disponibilidad y la seguridad de la aplicación y de sus datos. SaaS permite que una organización se ponga en marcha y pueda ejecutar aplicaciones con un costo inicial mínimo.
Escenarios SaaS habituales
Si ha utilizado un servicio de correo electrónico basado en web, como Outlook, Hotmail o Yahoo! Mail, entonces ya ha usado una forma de SaaS. Con estos servicios, usted inicia sesión en su cuenta a través de Internet, a menudo desde un explorador web. El software de correo electrónico se encuentra en la red del proveedor de servicios, donde también se almacenan los mensajes. Puede obtener acceso a su correo electrónico y a los mensajes almacenados desde un explorador web en cualquier equipo o dispositivo conectado a Internet.
Los ejemplos anteriores son servicios gratuitos para uso personal. Para el uso en una organización, puede alquilar aplicaciones de productividad, como correo electrónico, colaboración y calendario; y aplicaciones empresariales sofisticadas, como CRM (administración de las relaciones con el cliente), ERP (planeamiento de recursos empresariales) y administración de documentos. Usted paga por el uso que hace de estas aplicaciones a través de una suscripción o conforme al nivel de uso.
Ventajas de SaaS
Obtener acceso a aplicaciones sofisticadas. Para ofrecer aplicaciones SaaS a los usuarios, no es necesario que compre, instale, actualice o mantenga ningún tipo de hardware, middleware o software. Con SaaS, incluso aplicaciones empresariales sofisticadas, como ERP y CRM, están al alcance de organizaciones que no cuentan con recursos para comprar, implementar y administrar la infraestructura y el software necesarios.
Pagar solo por lo que usa. También ahorra dinero, porque el servicio SaaS permite escalar o reducir verticalmente los recursos en función del nivel de uso.
Usar software de cliente gratuito. Los usuarios pueden ejecutar la mayoría de las aplicaciones SaaS directamente desde un explorador web sin necesidad de descargar e instalar ningún software, aunque algunas aplicaciones requieren complementos. Esto significa que no tiene que comprar ni instalar software especial para sus usuarios.
Movilizar fácilmente a su personal. Con SaaS, es muy fácil “movilizar” a su personal, porque los usuarios pueden obtener acceso a las aplicaciones SaaS y a los datos desde cualquier equipo o dispositivo móvil conectado a Internet. No tiene que preocuparse por desarrollar aplicaciones que se ejecuten en diferentes tipos de equipos y dispositivos, puesto que eso ya lo ha hecho el proveedor de servicios. Además, no es necesario incorporar a personal cualificado para que administre los aspectos de seguridad inherentes a la informática móvil. Un proveedor de servicios elegido a conciencia garantizará la seguridad de sus datos, independientemente del tipo de dispositivo que los utilice.
Obtener acceso a los datos de las aplicaciones desde cualquier parte. Con los datos almacenados en la nube, los usuarios pueden obtener acceso a su información desde cualquier equipo o dispositivo móvil conectado a Internet. Y, cuando los datos de las aplicaciones se almacenan en la nube, no se pierden si se produce un error en el equipo o dispositivo de un usuario.