A nadie se le escapa que la nube se ha convertido en el paradigma de entrega de servicios TIC por defecto, la opción favorita ante sus mejores relaciones de costes, ciberseguridad y flexibilidad. Tan común y frecuente se está volviendo que el término ‘cloud computing’ podría desaparecer gradualmente hasta su completa extinción en menos de siete años, según algunos expertos.
Primeros pasos para implementar la nube de Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure
Pero dentro del paradigma de la nube, existen diferentes capas (IaaS, PaaS y SaaS) con sus correspondientes particularidades, tendencias y desafíos. Y, para conocer qué es lo que nos depara 2019 en este segmento, en TICbeat hemos consultado a más de una veintena de empresas, universidades y expertos sobre este tema…
Isaac Hernández, Country Manager de Google España y Portugal
Actualmente sólo el 5% de las aplicaciones empresariales están en la nube, por lo que la oportunidad y el reto que tenemos para los próximos años es muy grande, hablándose incluso de que existe una capacidad de negocio de un trillón de dólares en torno al cloud. Por eso mismo podemos decir que aún estamos casi en la prehistoria de cloud y que el 2019 supondrá un paso más en este camino hacia la nube. Veremos cómo muchas más empresas aprovechan su potencial, la utilizan para mejorar sus capacidades de trabajo y colaborativas, etc. Al igual que ya hacen algunas como BBVA, Talgo o Repsol, entre otras. La buena noticia es que los costes de subirse a la nube son inversamente proporcionales y, a medida que el cloud ha ido creciendo, los precios se han ido reduciendo: un 30% cada año, aproximadamente, y esperamos que este 2019 la tendencia continúe.
Antonio Budia, Director de Operaciones y Marketing de Microsoft Ibérica
Según el informe de Quint Wellington Redwood sobre el estado del Cloud Computing en España, el 2019 será el año del “gran salto a la nube”. El desarrollo de la Inteligencia Artificial, el IoT o Blockchain potencia el aumento del Cloud Computing ya que estas tecnologías se alimentan de datos y, a su vez, estos datos tienen la necesidad de ser alojados en un espacio seguro como la nube. La nube de Microsoft Azure permite a las organizaciones crear y ejecutar aplicaciones de alta disponibilidad sin depender de una infraestructura propia y con independencia de su tamaño, por lo que es una opción para que todas las organizaciones, pymes y grandes empresas, puedan estar a la última en términos de digitalización sin acometer grandes inversiones.
Ataúlfo Merino Martín, Senior Manager, Cloud SME en Capgemini España
Las grandes operaciones corporativas que se han producido en 2018, con la adquisición de Red Hat por IBM como la más reciente, van a marcar la reordenación de buena parte de la industria. Estos cambios en el tablero de los grandes y medianos jugadores vislumbran, correspondientemente, movimientos en las redes de partners y en la configuración de una nueva oferta en el mercado. Aparte, superado el debate de si migrar o no a la (filosofía) nube, 2019 estará caracterizado por una madurez cada vez mayor de las estrategias de nube de las empresas desde diferentes ángulos. Primero, más proyectadas al largo plazo y alineadas con los objetivos de negocio. Segundo, con un foco más acusado en el desplazamiento de las aplicaciones hacia arquitecturas hiper-ágiles y flexibles, y con más capacidades para acoger la nueva generación de funciones de inteligencia de negocio que traen consigo el big data, la IA y la automatización. Este cambio de estrategia se verá acelerado por una mayor acepción del verdadero elemento diferenciador de este modo de operación en nube: el PaaS.