La tercerización de servicios se consolida como una industria clave en la generación de empleo y aporte al PIB nacional, con crecimientos de dos dígitos. ¿Cuál es el panorama de este negocio?
La industria de contact centers & BPO ha registrado crecimientos considerables en los últimos años y, aunque se prevé que en el presente periodo la dinámica será menor, el sector tiene buenas perspectivas, pues cada vez es mayor el número de clientes que recurre a los servicios de tercerización para el desarrollo de sus operaciones.
Este sector, que mueve más de $6 billones al año y aporta 1,2% del PIB, es clave en la generación de empleo, con 350.000 puestos de trabajo en la totalidad de la industria, incluyendo contact centers, BPO, KPO e ITO, entre otros servicios, según datos de la Andi.
Sin embargo, las perspectivas no son del todo claras, pues el tema regulatorio y normativo del país puede generar un freno no solo en el crecimiento mismo de las empresas que se dedican a esta actividad, sino en la llegada de inversión.
Así lo considera Santiago Pinzón, vicepresidente de Transformación Digital de la Andi, que menciona cinco alertas que pueden impactar el normal desarrollo del sector.
La primera es la implementación de la reforma tributaria, cuyos resultados se reflejarán al finalizar el año; la segunda tiene que ver con las horas extras, proyecto aprobado la semana pasada y que golpeará las cifras del sector, pues las empresas de BPO son intensivas en empleo, además de que muchas firmas prestan servicios a otros países en horarios diferentes al nuestro.
“Es un impacto negativo en la medida en que el país se vuelve más costoso en términos de operaciones con el recargo nocturno, porque un 35% adicional cambia las cuentas, tanto de las empresas que ya operan como de las que tienen previsto llegar”, manifiesta.
Otro aspecto que inquieta a los empresarios es la circular de la Superindustria que establece un listado de países que identifica como seguros en la protección de datos y del cual Estados Unidos no forma parte, lo que puede generar un efecto negativo en los servicios de almacenamiento en la nube.
A esto se suma que la capacidad en el volumen de personal bilingüe se queda corta, debido a que la política nacional en torno al tema no ha sido sistemática y, por último, se requiere mayor capacidad de formación en habilidades que demanda la cuarta revolución industrial.
Para Pinzón, las decisiones hostiles que se toman en materia normativa y regulatoria pueden frenar el crecimiento del sector, a pesar de que Colombia ofrece más de una ciudad para instalarse y resulta estratégica en la región.
Para mayor información http://www.dinero.com/edicion-impresa/negocios/articulo/tercerizacion-de-servicios-en-colombia-2017/246830