Gracias a su gran alcance, desde mediados de la última década la logística inversa ha venido adquiriendo un gran protagonismo. Esta tendencia, enfocada en la supervisión del ciclo de vida de las mercancías cuando llegan al consumidor final, abarca aspectos relevantes como la reutilización de los productos, la disposición adecuada de los mismos y, en términos generales, la manera en que un producto puede crear valor, una vez su ciclo de vida ha llegado a su fin.
La logística inversa es precisamente un proceso logístico visto en perspectiva a partir de su última etapa, es decir, desde el consumo de los artículos, la entrega de mercancías y el control de flujo de las mismas, hasta el inventario, la implementación y la planificación de la operación logística.
Así, la logística inversa puede entenderse como un proceso de planificación, implementación y control del flujo eficiente de mercancías, cuyo objetivo es maximizar el valor agregado cuando el ciclo logístico llega a su fin, bien sea mediante actividades durante el proceso o la recuperación de los bienes cuando ya están en manos del consumidor final para reutilizarlos o disponerlos de la manera adecuada.
Más allá de recuperar o reutilizar contenedores o materiales de embalaje, la logística inversa comprende aspectos cruciales como el rediseño de embalajes para disminuir la utilización de distintos materiales, al igual que el consumo energético y los niveles de contaminación causados por la movilización de mercancías.
En la cadena de suministro, la logística inversa es la devolución de los productos por parte del consumidor final al fabricante, pero también es el procesamiento de mercancías retornadas por daños –por ejemplo– o por exceso de inventario. Es decir, se refiere también a programas de reciclaje, manipulación de materiales peligrosos, recuperación de bienes y eliminación de equipos dañados.
Para un proceso efectivo de logística inversa es necesario tener en cuenta elementos clave como el tiempo de ciclo de disposición, los sistemas de información de logística inversa, las centrales de retorno, el reacondicionamiento, los métodos para recuperación de activos, la negociación y la gestión financiera.
Logística en perspectiva
En la logística inversa puede radicar el verdadero éxito de la cadena de suministro. Usualmente se tiende a medir el éxito de la cadena cuando las mercancías llegan –en perfecto estado– al consumidor o usuario final en el menor tiempo posible; pero si se ve en perspectiva, más allá de la satisfacción del cliente, una cadena de suministro exitosa es aquella en la que el proceso se ve como un todo, al tiempo que se reduce el impacto al medio ambiente.
Por lo anterior, una cadena de suministro exitosa es aquella que contempla todas las opciones posibles, como la entrega incompleta de pedidos, los errores en la distribución de mercancías y la devolución de las mismas; además, es un proceso en el cual se realizan pruebas de calidad del producto, se identifican defectos, se documentan los problemas presentados y se contempla la reparación reposición y reciclaje del artículo devuelto.