El outsourcing es la externalización de un servicio profesional. Históricamente las empresas han externalizado departamentos como la logística, la administración, el mantenimiento, la informática, los recursos humanos, la comunicación o la comercial, entre otros.
Hoy en día, vemos que cada vez son más las empresas que delegan en empresas de asesoría financiera, fiscal y contable, no porque estas áreas no sean importantes, sino porque en ocasiones es más fácil encontrar fuera profesionales altamente cualificados que asuman estas tareas con los niveles de calidad y exigencia que se requiere, y sin necesidad de que se integren en la plantilla, con los costes económicos que ello conllevaría.
En los últimos años, marcados por las dificultades económicas y la toma de decisiones estratégicas para poder sobrevivir en un entorno empresarial cambiante, muchas empresas han optado por aligerar sus estructuras y externalizar algunos de los servicios que no formaban parte de su verdadero core-business. Ello les ha permitido centrarse en aquellas actividades que eran auténticamente estratégicas para su sector.
El outsourcing ha sido una de las palancas para el adelgazamiento de la estructura de las empresas y el incremento de la productividad, ya que ha ayudado a las compañías a optimizar sus recursos y mejorar su rentabilidad.
Sin miedo a externalizar: empresas de servicios de asesoría financiera.
Tradicionalmente, ha habido una cierta reticencia por parte del empresario a externalizar algunas de las áreas de la empresa. ¿Por qué motivo? Bien por miedo a que se produjera una pérdida de calidad o eficiencia en la prestación de servicios en determinados departamentos, o por temor a compartir información confidencial. Pero las cosas han cambiado y hoy en día existen en el mercado un gran número de compañías especializadas en ofrecer servicios profesionales externalizados de back-office no estratégicos. Esta posibilidad ha permitido a las empresas redimensionar sus plantillas y dedicar todos sus esfuerzos y recursos a aquellas actividades que verdaderamente les hacen ganar dinero.
La gran ventaja que supone la externalización es que delegas a un despacho profesional de asesoría financiera la gestión del departamento en cuestión. Por consiguiente, la correcta elección del despacho profesional resulta fundamental para conseguir los resultados que se pretenden. La clave está en contactar, como es nuestro caso, con despachos profesionales que si bien trabajan externamente se implican al 100% en la gestión de la empresa para que puedan intermediar y controlar todas las áreas con la eficacia esperada. De este modo la empresa puede trabajar con orientación a resultados y puede plantearse obtener un verdadero ahorro de costes.
Para mayor información puede acceder a http://www.miquelvalls.com/beneficios-outsourcing-asesoria-financiera/