Para estar actualizados en el mundo de hoy hay que tener en cuenta el acelerado cambio que se está presentando en el mundo digital en nuestra vida personal y profesional, en el que un contenido enviado por redes sociales como Twitter o Facebook poseen una relevancia de tres horas en promedio, en la que para el 2017 el 90% del tráfico de Internet será en vídeo, en la que una persona promedio revisa su Smartphone 150 veces al día y en la cual los “millennials” comparten sus opiniones de compra online.
Según Francisco Reyes, presidente de SAP Regional Norte de América Latina y Caribe, asegura que el nivel de digitalización de las conexiones entre personas, dispositivos y empresas marca una fuerte tendencia frente a la manera de interactuar con la economía y los negocios. Reyes asegura que es indispensable moverse de una forma acertada en este momento, pues la trasformación es tan rápida que, si una empresa o persona no se adapta, corre el riesgo de bajar su ingreso y eventualmente desaparecer del mercado.
Pero a pesar de la necesidad que se presenta de actualizarse rápido y el temor que ello puede generar en cualquier organización, con el cambio llegarían oportunidades inimaginables para las empresas, lo cual se traduce en posibles nuevos negocios.
Hay que tomar ventaja de esta nueva era, llena de oportunidades, hay que tomar la interacción en el mundo digital como una forma de ver un panorama nunca antes imaginado, ampliar el espectro, y aprovechar al máximo la información adquirida y las capacidades de cada empresa.
Reyes afirma que, “hay que recordar que nuestras huellas digitales quedan impresas en cada una de nuestras actividades cotidianas, pues cada día más de 1.300 millones de personas interactúan en las redes sociales y más de 9.000 millones de sensores rastrean la mayoría de lo que se crea, comercializa o entrega, una actividad global que genera gigantescos volúmenes de datos”.
Dicho volumen de información, que por lo general crece de manera descontrolada, presenta un reto para las empresas; si se logra aprovechar, los beneficios son cuantiosos. En relación con lo anterior, Bill McDermott, presidente de SAP, indica que las 200 empresas más grandes del planeta, tiran a la basura 237.000 millones de dólares al año (casi el PIB de Colombia), que se miden en el desperdicio, la ineficiencia y las oportunidades perdidas, lo que a su vez equivale a un 10 por ciento de las utilidades de dichas compañías.
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